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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
El Arte de Ser Feliz (Ciclo de conferencias en el bosque)
 

Vladimir Antonov

El Arte de Ser Feliz
(Ciclo de conferencias en el bosque)

Traducción al español por
Anton Teplyy y Eduardo Jorquera Muñoz

© Antonov V.V., 2010.


La habilidad de sintonizarse emocionalmente con la belleza, ternura y sutileza de la naturaleza viviente nos permite lograr la armonía interna; lo que es esencial para hallar un estado permanente de felicidad en la vida. Es también el componente más importante del perfeccionamiento espiritual.

Esta belleza es un elemento de la Creación de Dios.

¡Es importante entenderlo! ¡Pues, sólo habiendo aprendido a amar a la Creación de Dios, podemos enamorarnos del Creador también! Y sin este amor sincero ¿acaso es posible ser feliz?

¡Y el amor necesariamente debe ser mutuo! ¡No traerá felicidad solamente el amor de Dios hacia mí! ¡No hay que aspirar a ser amados, sino hay que aspirar a ser amantes! ¡Pero no los amantes que aman con una parodia egocéntrica del amor (quiero decir, con deseos sexuales personales primitivos, a los cuales las personas no espirituales les llaman «amor»), sino con la aspiración de regalarse a Dios!

¡El amor hacia Dios empieza con el deseo de conocerlo, al principio sólo con la mente, y después —en toda la plenitud— de tal manera que las emociones de mi amor se unan con las emociones de Su amor! ¡Y luego uno, con la conciencia desarrollada, llega gradualmente a la totalidad de la Unión con Él en el proceso de la búsqueda de Él!

También es muy importante tener en este Camino amigos-correligionarios. Es más fácil sentir la felicidad del trabajo creativo en un grupo, en una comunidad espiritual, aunque sea pequeña.

¡Las personas moralmente saludables encuentran deleite en regalar su conocimiento, sus habilidades y ellas mismas a los demás, tratando de hacer precisamente felices a los demás!

¡Exactamente de este proceso de regalar a uno mismo y de ver resultados positivos, una persona se siente feliz!

Pero ¿qué hay que hacer para encontrar amigos dignos? ¡Hay que simplemente ofrecerme: mostrar a los demás mi utilidad! ¡Y que cada uno comparta con los demás lo que él o ella saben y pueden!

También es importante tener buena salud para la felicidad.

¿De qué depende buena salud?

Se dice que nuestro sufrimiento y desgracias son… por la causa del pecado comprometido por Adán y Eva. Esta necia fantasía incluso es denominada por un término especial «el pecado original». Pero yo propongo considerar este punto de vista como un síntoma obvio de la imbecilidad de los que creen en éste, ni mencionar sobre los que lo predican.

Otros culpan de sus enfermedades a los médicos malos, a la contaminación del medio ambiente, o a los otros, a aquellos que me hacen estar nervioso, alarmarme y sentir el estrés…

¡Pero, no! ¡Sólo nosotros somos culpables de nuestros problemas!

¡Es difícil entenderlo para las personas ignorantes en la filosofía religiosa! No obstante, la verdad consiste en que exactamente Dios, que nos ama, creando estos problemas, nos indica nuestra inadecuación: ¡la inadecuación a lo que Él quiere que nosotros seamos!

Simplificando, podemos decir que si hacemos daño inútil a cualquier ser, programamos las mismas situaciones en nuestras propias vidas, en nuestros propios destinos, pero esta vez seremos las víctimas. Esto se llama el efecto de «la ley del karma», la ley de la formación del destino. De esta manera Dios nos enseña a que no llevemos a cabo malos actos, nos enseña a ser compasivos al dolor de los otros a través de nuestro propio dolor.

Y «la ley del karma» no es limitada solamente a una encarnación; su efecto se manifiesta en la próxima también. Por eso, en particular, los niños nacen enfermos.

Uno puede preguntar: ¿por qué Él lo necesita? ¿Por qué Él necesita que nosotros seamos «buenos» a Su entender?

En detalle hemos discutido este asunto —el asunto del significado de la vida humana en la Tierra— en cada libro publicado por nosotros. Ahora Yo sólo quiero decir en breve que somos partículas de la Conciencia universal que evoluciona y que se llama el Absoluto. ¡E incluso, en nuestros cuerpos pasa la Evolución del Absoluto! ¡Por eso, Dios valora tanto a cada alma! ¡Por eso, Él observa con diligencia a cada uno y todo el tiempo intenta corregir y ayudar a todos, salvo a aquellos que han demostrado su desesperación completa; a éstos Él envía al infierno, en el «basurero» de la Evolución.

Así que, para controlar mi propio destino, debo aprender las reglas de acuerdo con las que nuestro Creador nos propone vivir. Él nos las dio a través de Sus Mesías y profetas.

Y para cumplir estas reglas, es sumamente importante aprender a controlar nuestras propias emociones.

¡Hay que acostumbrarse a vivir —independiente de las circunstancias— en estados emocionales sutiles y puros! ¡Así seremos deseados para los amigos, así aseguraremos la salud del cuerpo y del alma y así, por lo menos, el paraíso será nuestra morada!

¡Y las emociones groseras, tales como: el enojo, la irritación, la envidia, los celos y otros estados similares, no sólo son desagradables para uno mismo y para los demás, no sólo ruinan mi propia salud y la de los demás, sino también predeterminan una vida en el infierno después de la muerte del cuerpo!

¿Cómo entonces aprender a controlar mis propias emociones? Nosotros discutimos esto en detalle en nuestros libros y lo mostramos en nuestras películas. Ahora sólo quiero decir que el desarrollo del corazón espiritual es la base de la formación correcta de la esfera emocional de uno.

El corazón espiritual, que se localiza inicialmente en el chakra anahata y desde allí empieza su crecimiento, es un órgano bioenergético que produce las emociones positivas sutiles.

Jesús el Cristo y muchos Otros Maestros Divinos y profetas nos aconsejaban desarrollar precisamente el corazón espiritual.

¡Gracias a su desarrollo logramos la salud, los amigos verdaderos y también nos acercamos por el estado del alma al estado en el que vive Dios en el aspecto del Espíritu Santo y del Creador!

¡Exactamente a través de esto Dios llega a ser una Realidad conocida para nosotros!

Puedo señalar a mi persona como un ejemplo. Yo estoy completamente sano a pesar de que tengo más que 60 años. ¡Es más, mi cuerpo desde hace algún tiempo… rejuvenece! Miren, ¿cuántos años ustedes piensan que mi cuerpo tiene? ¿Cuarenta? ¿O quizás incluso treinta?

Cuando mi cuerpo tenía 59 años, yo oí el parecer de la gente en la calle: «¡Tan joven, pero ya con barba!…»

¡Y yo me siento joven, vigoroso y maduro! ¡Y siempre vivo en un estado establemente alegre, puro y tranquilo!

¡Hace mucho tiempo yo me desacostumbré y no puedo sentir más el enojo, la irritación, la envidia, la tristeza, la ansiedad, el temor y así sucesivamente! Yo he vivido y vivo sin enojo y sin deseo de vengarme de los que hace años intentaron matarme, dejándome dolorosamente moribundo durante 6 meses, estando dos veces en estado de muerte clínica. Yo no siento enojo, miedo ni el deseo de vengarme también de los que me amenazaron con «quemarme vivo» por mis libros, los libros sobre Dios, sobre la felicidad de la cognición de Él.

Es más, yo llegué a ser tan cercano a Dios que puedo comunicarme con Él libremente. Y puedo llenar mi cuerpo de Él.

¿Queremos todos nosotros vivir así?

¡Entonces sigamos este Camino, bien explorado y abierto para todos los que quieren!

 

* * *

 

En los lugares como este, es magnífico meditar, uniéndose con la sutileza de la belleza matutina de la naturaleza y con la sutileza de los Espíritus Santos, nuestros Maestros Divinos Que coordinan nuestros destinos.

¡Hay que necesariamente dominar esto, si hemos decidido ir por el Camino espiritual, es decir, por el Camino del perfeccionamiento de uno mismo, por el Camino del amor hacia la Creación y el Creador, por el Camino de la búsqueda de Dios, a Quien debemos que encontrar y conocer!

Para este propósito, hay que también leer los libros sobre Él, sobre el Camino hacia Él.

Muchas personas van a los templos, participan en los rituales allí. Esto puede ayudar al principio si uno no se contamina en estos lugares con la ideología del odio de las personas del mal. Desgraciadamente, esto sucede a menudo. Pero en general, la participación en los oficios religiosos ayuda a los principiantes a desprender su atención de los objetos del mundo material.

¿Y luego? Y luego hay que entender que Dios no está presente más en los templos que fuera de éstos; y que no en la muchedumbre, aun sea de las personas que oran juntos, sino en la situación de estar «uno a uno» con Dios, en la soledad, en la naturaleza podemos sentir de mejor manera los toques dichosos de Dios, podemos empezar a oír Sus pensamientos, dirigidos hacia mí, luego aprender a ver a los Maestros Divinos, los Espíritus Santos, abrazarlos, entrar en Sus cuerpos no materiales, unirse con Ellos…

¿Qué hace la mayoría de las personas en Rusia cuando están en la naturaleza? Se emborrachan, se inyectan heroína, matan y mutilan a los seres vivientes, dejan después de irse todo tipo de basura, profanan el silencio de la naturaleza con los «rugidos» fuertes de la radio o de la grabadora, gritan…

Es obvio que de esta manera uno no se acerca más a la felicidad de la cognición de Dios, sino al infierno.

Y para la cognición de Dios, para mi propio perfeccionamiento es muy importante dominar el silencio interno. El dominio de éste permite llegar a conocer la beatitud de la tranquilidad y de silencio que existen en la Morada del Creador.

¡Cabe notar que el canto de los pájaros, el susurro de la caña mojada con el rocío o de las hojas de los árboles no estorban al Silencio del alba, sino lo hacen más vivo, más luminoso emocionalmente!

Sin embargo, hay que entender que la plenitud de la sensación de todo lo bello, que nos puede regalar la naturaleza, puede ser lograda sólo por un buscador espiritual bien preparado. Asimismo sólo por tal buscador pueden ser conocidos el Creador y Sus Representantes, los Espíritus Santos. Y hay que prepararse para esto en el aspecto intelectual y ético, y a través del desarrollo de las estructuras bioenergéticas del organismo, los chakras y meridianos.

También en la naturaleza se puede recoger los regalos comestibles: hongos, bayas y varias hierbas. Todo esto puede usarse para la comida ahora mismo o abastecerse para el futuro.

Por ejemplo, para hacer té uno puede usar… simplemente algunas hierbas del prado. Y también puede secar éstas para el invierno.

Para hacer té, uno puede usar menta, el epilobio y las hojas otoñales del grosellero, cuando la planta no las necesita más. O si encuentran un abedul derribado por el viento, pueden recoger y secar sus hojas también. Las agujas y los conos jóvenes de coníferas, que cayeron, también son útiles para esto. (Pero no hay que tomar bebidas muy concentradas de éstas: nuestros estómagos humanos digieren con dificultad la concentración alta de resina, a distinción de los estómagos de los urogallos; para éstos las agujas de las coníferas son un tipo principal de comida).

O por ejemplo, la ortiga. Muchas personas la odian porque las «pica». ¡Pero ésta las pica porque estas personas no la comen! ¡La ortiga es deliciosa, cuando joven, y posee propiedades medicinales importantes: estimula el sistema inmunológico del organismo, ayudando, en particular, a librarse de muchas enfermedades!

Uno puede secarla para prepararla después o para guardarla para el invierno.

También puede comer así: ¡lavemos la ortiga, cortémosla, pongámosla en agua hirviente durante un minuto, dejemos que se enfrié un poco y luego la comemos con mayonesa! ¡Muy delicioso!

De la misma manera, uno se puede abastecer con otras plantas: la podagraria, el helecho de pluma de avestruz. Se puede abastecer del «heno» incluso de acetosella y después hacer sopas de ésta.

Uno puede agregar a las comidas otras hierbas: la angélica, el tusilago e incluso brotes de maleza de los fuegos (luego cuando éstos maduren se volverán amargos).

Nosotros también nos abastecemos con azúcar de las bayas del bosque, tales como: vaccinio, arándano rojo y azul, frambuesa en forma de mermelada ligeramente hervida.

Hacemos —en lugar de las abejas— miel de las flores del cerezo aliso y de la filipéndula. ¿Cómo? Les cuento.

Hay que recoger las flores, llenar de éstas una cacerola grande, llenarla con el agua fría (el agua debe ser fría para permitir que los insectos salgan), hacer hervir y dejar durante la noche para la infusión. El próximo día estrujamos las flores y las desechemos. Dejamos reposar el líquido para luego colarlo. El líquido purificado lo ponemos en una cacerola llenándola hasta 2/3 del volumen. Hacemos hervir y luego agregamos azúcar hasta que el nivel del líquido suba hasta llenar la cacerola. Revolvemos, para que el azúcar se disuelva mejor, hacemos hervir de nuevo y luego vaciamos en tarros calientes esterilizados con el agua hirviente. Cerramos con tapas herméticas.

¡Así, hemos obtenido la miel aromática sabrosa y provechosa para la salud!

En cuanto a los hongos, nosotros los comemos todo el año. En la casa comemos hongos salados. Durante nuestro campamento en el bosque, cuando no crecen nuevos hongos, usamos los secos. Los hongos secos son ligeros, por eso, es conveniente llevarlos en las mochilas y después cocinar o incluso freír en un caldero en la hoguera.

¿Cómo secar los hongos?

Para esto hay que tener una secadora de hongos. Si uno seca los hongos en el fuego, la secadora puede ser plegable, para que sea cómodo llevarla en la mochila. Por ejemplo, puede hacerse de dos barras anchas de lata.

La secadora debe tener fondo, de otro modo los hongos se cubren con hollín. Los hongos se ensartan en una brocheta hecha de alambre de acero.

Los hongos comestibles crecen casi por todas partes: en la tundra, en los bosques, en las montañas y en las estepas. Éstos no sólo son deliciosos, sino también son una fuente valiosa de proteína. ¡La confirmación de esto es nuestra propia salud, pues hemos comido hongos durante muchos años! ¡Y esto no solamente nos permite sobrevivir en condiciones de insuficiencia financiera, sino también ser felices!

Uno puede incluso freír los hongos en el fuego, poniéndolos en una ramita limpiada de corteza. Primero hay que calentar el hongo hasta cuando produzcan jugo. Después hay que salarlos un poco: la sal se pega al jugo y no se cae. Y luego hay que solamente cocinar el hongo en su propio jugo. ¡Así, resulta una gollería maravillosa!

En la época cuando ningún hongo crece en el bosque, freímos bocadillos de queso en el fuego. Pero no hay que hacerlo en brochetas de ramas, sino que en tenedores especiales. Claro que nosotros nunca los hacemos cortando ramas vivas de los árboles, sino que usamos ramas secas.

¡Pruébenlo! ¡Se deleitarán mucho!

¡Así vivimos nosotros en la felicidad verdadera «crónica»!

¿Por qué yo enfatizo la palabra verdadera? ¡Porque la felicidad no es sólo los hongos fritos y los bocadillos de queso, sino que la vida entera debe ser armonizaDA con Dios! Precisamente, hay que vivir:

— ¡Sin causar, en lo posible, daño a nadie!

— ¡Siempre perfeccionándose espiritualmente!

— ¡Bajo la guía de Dios!

— ¡Regalando a los demás el bien que puedo compartir!

¡Les deseo éxito en este Camino!

 

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