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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
Diablos en la Carne —y Terrorismo—. ¿Y Cómo los Diablos Entran?
 

Ensayos sobre lo Principio/Diablos en la Carne —y Terrorismo—. ¿Y Cómo los Diablos Entran?


Diablos en la Carne —y Terrorismo—. ¿Y Cómo los Diablos Entran?

Ambos, Dios y diablos, son una realidad plenamente reconocible.

Pero, ¿quiénes son ellos —diablos—? ¿Y de dónde vienen?

Si Dios —en los Aspectos del Creador, también Mesías y Espíritus Santos— es una Conciencia extremadamente sutil, entonces diablos y demonios son lo opuesto. Ellos son el límite de la grosería. Y son patógenos en relación con los cuerpos de personas encarnadas y otros seres.

Ambos, diablos y demonios son, primero que todo, aquellas personas y animales incorpóreos que han desarrollado en sí mismos —durante vida(s) en un estado encarnado— cualidades infernales: grosería emocional, agresividad, rencor. Su destino es el infierno, es decir, sufriendo desde sus propios estados severos y de la comunicación con seres similares a ellos.

Los diablos son grandes y (en términos de bioenergética) creaturas poderosas. Los demonios son relativamente pequeños y débiles. Ambos pueden vivir fuera de conexión con el mundo de la materia, pero también pueden penetrar en los cuerpos de personas y animales.

Los diablos son fuertes y pueden llegar hasta cientos de metros e incluso (raramente) mucho más. Pero aun así son —insignificantes en comparación con la Grandeza Universal de Dios—. Y Dios controla su actividad.

Estas creaturas pueden ser fácilmente movilizadas dentro de sus groseros estratos multidimensionales. Y Dios, invisible para ellos, puede impulsarlos al «trabajo sucio» en tratar de convencer a pecadores encarnados específicos.

… Pero lo importante es que, estas creaturas del infierno, se esculpen precisamente en su estado encarnado.

Incluidas, personas que hay muy groseras, quienes son llamados diablos en la carne.

Éstos son usualmente hombres toscos y (más raramente) mujeres, buscando prevalecer sobre otras personas. Y el nivel de desarrollo de inteligencia en ellos puede ser muy diferente.

He conocido a tales entre los principales pseudoyoguis, pseudosanadores, y entre varios otros estafadores. Pero también —entre los «pastores» de algunas tendencias religiosas—.

Ellos buscan dominar, comandar, controlar —en aras de ganar y mantener su propia «gloria» y adquirir beneficios materiales—.

Para hacer esto, ellos pueden bien intencionalmente construir la tosquedad de conciencia, viendo cómo esto contribuye al éxito personal entre otras personas encarnadas.

Debido a que están dominados por emociones groseras, naturalmente atraen hacia sus cuerpos seres incorpóreos similares a ellos mismos. Así hay obsesiones, agravando la rudeza y morbidez de estos diablos en la carne.

Enfermedades oncológicas y la muerte por estas —para tales monstruos morales son típicas—.

* * *

Yo personalmente tuve que resistir los ataques de diablos en la carne más de una vez.

En particular, fui acosado por el maniaco asesino, creador del partido nazi, el completo adepto a la cosmovisión de Adolfo Hitler. Él me odiaba por las declaraciones antifascistas en mis libros, exigiendo que detuviera la publicación de libros, que cerrara los sitios web, amenazaba con mutilarnos a mí y a mis colegas, «cremarme vivo», muchas veces intentó atraerme a reuniones personales en aras de vengarse, incluso para esto fui llamado a un duelo…

Pero esto no es importante en relación con el tema de este ensayo. Lo importante aquí es que transfirió una parte de sí mismo por kilómetros hasta mí —y mi cuerpo tembló con su odio—.

¿Por qué Dios creó tal prueba para mí en ese entonces? Fue también para probar mi invencibilidad en el Camino de servirle a Él, y así, habiendo ganado esta experiencia de vida, yo pudiera compartirla con ustedes.

¿Cómo terminó esa situación? Dios me dijo que ese líder nazi pronto caería dentro del hoyo, que estaba preparando para mí. Luego, de acuerdo a información fragmentada en los medios, emergió el escenario de que fue fusilado por dos verdaderos héroes del Ministerio del Interior que se sacrificaron a fin de limpiar la Tierra de esta abominación… Ellos —por esta hazaña— recibieron pena de prisión…

… Otra muy memorable situación para mí con un diablo en la carne tuvo lugar sólo recientemente.

Un hombre de educación superior al principio muy exitosamente dominó el Camino espiritual: él se desarrolló a sí mismo como un corazón espiritual, comenzó a recibir Revelaciones de Dios, se hizo grande —en volumen— de conciencia.

Pero luego se vio inadecuadamente absorto en el aspecto de poder del desarrollo, comenzó a ejercer su energía brutal sobre otras personas —que temblaban ante su «fuerza»—… ¡En advertencias de Dios y en mis intentos de razonar con él, reaccionó de acuerdo a la fórmula: «Yo sé por mí mismo cómo debería ser»!

Luego cayó enfermo de cáncer por la falla de los órganos en la parte manipura del cuerpo…

Cuando le expresé mi opinión de que él no tiene el derecho a ser parte en las vidas espirituales de otras personas —él reaccionó con odio hacia mí—… Él «nadó» diabólicamente dentro de mi cuerpo, transfiriéndole, inclusive, su energía cancerígena…

Yo no sufrí por esto: me fusioné con la Conciencia Oceánica de Dios —y permanecí en la Bienaventuranza de la Paz Divina—. Pero el cuerpo estaba muriendo. Y yo estaba bien dispuesto a separarme de éste completamente y para siempre —si la Voluntad de Dios estaba para eso—. Esto duró varios días seguidos.

Durante esos días, tuve mi estómago y páncreas en estado de parálisis.

En particular, el alimento no era procesado en el estómago debido al cese de producción de jugo gástrico, su fermentación comenzó en el estómago. Tuve que tomar tinidazol para suprimir el crecimiento microbiano.

Y el páncreas dejó de producir insulina, un coma diabético estaba listo para suceder en cualquier momento, incluso si estaba yo tan sólo caminando en el apartamento. Tuve que vivir de tabletas antidiabéticas, que ayudaron a sostener la vida del cuerpo…

Luego cambió por alguna otra de sus preocupaciones, y su odio hacia mí se debilitó gradualmente.

… ¿Por qué digo tales detalles de mi experiencia de vida?

Yo comparto el verdadero conocimiento místico —para que, inclusive, la gente sepa, por qué ellos mismos y otros a veces se enferman— también para ampliar los horizontes de los médicos sobre las causas de algunas enfermedades de sus pacientes.

¡Pero el aspecto más importante es cómo no convertirte en monstruos patógenos tú mismo y no estar en el infierno!

… Por lo místico (que está, «nublado», no explícito para aquellos que sólo pueden ver el mundo material) —la vida de todos los seres está impregnada—.

Los Espíritus Santos y Mesías, por ejemplo, crean los Estándares para la apropiada afinación de las almas con Ellos. Quien Les ha conocido y se esfuerza por ganar un asidero en Sus estados —ese hombre sale de la influencia del mal, que puede ser hecho por las creaturas del infierno—.

Los diablos —muestran sus más asquerosos campos de energía, incluso crean poderosos sitios de poder negativos—…

Un niño puede estar enfermo no por el hecho de que el cuerpo absorbió gérmenes, sino debido al estado emocional grosero de la madre o alguien del entorno…

Los adherentes de algunas sectas pueden enfermar debido a las «bendiciones» de sus «pastores». Y, enfermándose, esas víctimas buscan protección y ayuda… de los mismos diablos en la carne, sólo agravando sus estados de enfermedad…

Los jefes-diablos en el trabajo o los maestros-diablos pueden paralizar con sus energías toscas la capacidad de pensar en sus empleados o estudiantes… Yo mismo experimenté esto cuando postulaba a mi doctorado. Era el examen sobre algún tema político «soviético». Yo entonces no podía responder claramente al tema, que yo conocía muy bien… Ese maestro-diablo me odiaba por «librepensador»…

Una de las causas de la inflamación en el área ginecológica puede consistir en la energía grosera de compañeros masculinos.

Por otra parte, incluso la lujuria a distancia desde el lado de un diablo en la carne puede producir el mismo resultado. Yo he observado tales situaciones. Por ejemplo, uno de los diablos —por razones obvias— no podía encontrar una pareja sexual estable. Y se vio obligado a contentarse a sí mismo con una sensibilidad sexual por su mujer deseada, pero ella no sabía nada al respecto. Y debido a esto, ella estuvo enferma por mucho tiempo…

* * *

El material presentado permite a uno «entrar en el tema» sobre cómo las personas pueden ser clasificadas, incluidos, diablos en la carne —y sus víctimas—.

Y ahora es hora de volver a la pregunta formulada en el título de este ensayo. Será sobre el terrorismo «Islámico» contemporáneo.

¿Por qué de repente entre los seguidores de la Enseñanza religiosa acerca de Un Dios para todas las personas, acerca de la actitud correspondiente más respetuosa hacia Él, sobre la humildad, sobre la reverencia por el Mesías Jesús (Jesús Cristo), sobre lo favorable de cuidar no los beneficios materiales más cercanos sino sobre la suerte en la vida después de esta vida terrena, sobre la actitud respetuosa de las personas entre ellas, la necesidad de los hombres de tratar a las mujeres con mayor respeto que a otros hombres, —aparecen ideas dominantes sobre la necesidad de matar a todos alrededor—, quienes no parecen ser fieles Musulmanes y —por esto— «convertirse en dignos del paraíso»?

¿Cómo pudo tal absurdo nacer? ¡Después de todo, de hecho, todos los adherentes a esta perversión —se garantizan el infierno para ellos mismos—!

… Quiénes son los diablos en la carne —lo discutimos en detalle—. Pero, ¿quiénes son sus víctimas, tan fácilmente aceptando el camino al infierno bajo la influencia de la mentira?

Nosotros veremos que ellos son, ante todo, multitudes de ignorantes analfabetas que no saben por qué están en cuerpos sobre la Tierra, quienes no saben nada sobre Dios excepto que Él es Akbar (es decir, el Grande), quienes no estudiaron las Enseñanzas del Mesías Isa (Jesús Cristo), aunque el Corán tiene una recomendación de buscar conocimiento dondequiera que uno pueda encontrarlo…

Y así —aparecen ahí poderosos diablos en la carne, declarando que Alá (Dios, en árabe) ordena matar a todos los hombres «infieles» y convertir a todas las mujeres en esclavas—… ¡Por esto —Alá te llevará hasta Sí Mismo en el Cielo donde habrá vida para ti en plena satisfacción y sin ninguna dificultad—!

Por tanto en esas multitudes de ignorantes ahí aparece… la «obra» e incluso hasta el sentido de vida…

Pero la palabra «Islam» significa «sumisión a Dios». ¡Por lo tanto, los diablos en la carne difunden —como una señal de sumisión ante Alá, por el bien de Alá, en el nombre del Islam— adelante! ¡Síganme! ¡Alá —Akbar—!…

… En mi opinión, sería correcto no matar por bombas, misiles, etc. —a esos desafortunados engañados— sino ofrecerles, darles verdadero conocimiento espiritual. Y si separar a alguien de la sociedad —sean ellos los diablos en la carne—.

Está claro que este proceso no puede completarse en una semana o un mes. ¡Pero es necesario comenzar en algún momento!…

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