Ensayos sobre lo Principio/Sobre la violencia

Sobre la violencia

¡Ved a los demás como mejores que vosotros! (Filipenses 2:3) —este es uno de los Mandamientos Divinos más importantes en relación con cada uno—.

¡Pero qué raramente se le recuerda! ¡Y entre quienes lo recuerdan —cuán pocos se esfuerzan por realizarlo—!

¡Sin embargo, es uno de los fundamentos de la humildad!

¿Por qué es necesaria la humildad?

Porque sin ella, ¡uno no podrá acercarse al Creador por la cualidad de uno-como-alma, no podrá llegar a conocer a Dios, y no podrá fusionarse con Él!

¡Solo los vicios crecerán si no nos esforzamos por ser humildes!

Y la humildad, solo se logra dentro del contexto del autodesarrollo como corazón espiritual.

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La humildad es opuesta a la violencia.

Esgrimir violencia no nos permite aprender a disolvernos en la armonía de la hermosa Creación de Dios, y menos —en la Dichosa Armonía del Creador mismo—.

¡La violencia debe ser cuidadosamente monitoreada y destruida en uno!

El deseo de comandar y criticar a los demás es una de las manifestaciones de violencia que más se destacan.

Al igual lo es el deseo de golpear, matar, humillar, ridiculizar, calumniar y burlarse por diversión o interés propio de los otros.

El deseo de apropiarse de algo que pertenece a otra persona a través del robo o el fraude, es también una manifestación de este vicio.

También lo es la usurpación militar de territorios extranjeros.

La violencia en las relaciones sexuales, incluido el deseo de controlar al otro por causa de los celos, también es una manifestación típica de violencia.

El tedio —también—.

La intimidación en el ámbito de las relaciones interpersonales, las amenazas y maldecir a los demás —también—.

El terrorismo interestatal —también—.

El nacionalismo agresivo (nazismo, fascismo) —también—.

La manifestación de arrogancia por los rangos o cargos que se ocupan, o por pertenecer a una u otra religión —también—.

¡Para Dios, —los títulos, posiciones, y premios terrenales no significan nada—! Para Él, lo más valioso en nosotros es: la purificación de los vicios y el desarrollo de las cualidades positivas.

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En casos aislados podríamos vernos obligados a utilizar la coacción en vías de criar a los niños en el marco de su desarrollo. También, en la lucha contra delincuentes violentos específicos.

Pero al mismo tiempo, estemos atentos: la violencia no debe «crecer en el alma» —no debe convertirse en una de las propiedades del alma—.