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Conocimiento contemporáneo sobre Dios, la evolución y el significado de la vida humana.
Metodología del desarrollo espiritual.

 
El «yo» inferior y el «Yo» Superior (Conferencia impartida en un sitio de poder)
 

El «yo» inferior y el «Yo» Superior
(Conferencia impartida en un sitio de poder)

¿Qué es «yo»? Ahora mismo no importa qué «yo», si el inferior o el superior.

«Yo» es el sujeto de la autoconciencia, el sujeto que se siente a sí mismo. Pero sentir... ¿qué?, y el sentir ¿de quién? De uno mismo como una conciencia; conciencia que es un tipo especial de energía, capaz de percibirse a sí misma.

Una conciencia es un alma. Y una conciencia es, igualmente, una persona en sí misma, mientras que nuestros cuerpos son sólo nuestros hogares temporales, cuya finalidad es ayudarnos en nuestro progreso evolutivo.

A veces alguien pregunta: «¿Por qué no es posible evolucionar sin encarnar en estos cuerpos? ¡Eso sería, probablemente, mucho más fácil!»

Pero no. Un cuerpo, con su digestión y otros procesos biológicos es, entre otras cosas, un convertidor de energía. Está diseñado de manera que la energía de los alimentos que comemos se pueda convertir en la energía de la conciencia, y esto asegura su crecimiento.

Y el crecimiento de una conciencia individual es el elemento principal del Proceso Evolutivo Común que tiene lugar en el universo.

Debemos tratar de percibirnos a nosotros mismos como sus participantes y ver nuestros papeles y responsabilidad ante nuestro común Creador por todas nuestras decisiones y acciones.

¿Dónde reside la conciencia (el alma) en el cuerpo de una persona «normal»? Lo más a menudo, reside en la cabeza. Y el chakra ajna, situado en el centro de la cabeza, crea la sensación de «yo».

La aplicación de los métodos de trabajo espiritual a uno mismo otorga la posibilidad de una rápida transformación cualitativa así como del crecimiento cuantitativo de la conciencia.

Y la conciencia, transformada y desarrollada de esta manera, pronto se vuelve capaz de una existencia que es relativamente independiente de su cuerpo, y aprende a moverse de un objeto material a otro, así como dentro de las dimensiones espaciales intangibles (eones, lokas), adquiriendo de este modo desenvoltura y maestría en toda la escala de la multidimensionalidad del Absoluto.

Es importante no sólo dominar esto en sitios de poder especiales como éste, sino también comprender teóricamente qué es lo que sucede en tales casos, a fin de asimilar esto bien y evitar diversos «fracasos» o «fallas» en el futuro.

Así pues, vamos a probar lo siguiente:

«Ahora puedo percibirme a mí mismo como mi cuerpo material.

»Y además ¡puedo percibirme a mí mismo como el corazón espiritual, que también tiene los brazos de la conciencia, por encima de toda la extensión sobre el mar, cubriendo así una distancia de muchas millas!…»

Entonces debemos entender que si me percibo a mí mismo en alguna parte, ¡significa que estoy allí! Extiendo mis brazos de conciencia hasta ese lugar, a decenas de kilómetros, y me desplazo yo mismo allí (a mí mismo como corazón espiritual, el cual habitualmente existe entre mis brazos). Y si he hecho esto, quiere decir que ahora yo soy la conciencia expandida que existe allí. Por otra parte, puedo mirar desde aquel lugar en dirección a nuestros cuerpos, de pie en la playa. Y ahora ¡dejemos que cada uno de nosotros se dé cuenta de dónde estoy yo!

Es necesario aceptar este hecho con la mente: yo estoy ¡en ese lugar en el que me experimento a mí mismo! ¡Necesitamos olvidar que «yo soy un cuerpo material»!

Por añadidura, para lograr el éxito en el Camino del desarrollo espiritual, ¡el cuerpo material debe estar libre de todas las bioenergías innecesarias! ¡Debería volverse completamente puro, transparente!

En primer lugar, purificamos los chakras y los meridianos de la «órbita microcósmica»; a continuación, los meridianos centrales. Ahora vamos a utilizar todos los otros métodos que conocemos para la purificación. Como resultado, el cuerpo se volverá transparente e invisible para nosotros mismos…

En cualquier dimensión espacial que estuviésemos, no deberíamos sentir el cuerpo, ni verlo. Debería ser transparente, invisible. Sólo desde un cuerpo así, nosotros, como conciencias, podemos penetrar en las dimensiones espaciales más sutiles ¡a fin de encontrarnos allí con los Espíritus Santos y el Creador!

* * *

Ahora vamos a resumir: ¿cuál es la diferencia entre el «yo» inferior y el «Yo» Superior?

El «yo» inferior, como ya hemos comentado, «anida» en el chakra ajna.

El «Yo» Superior es la Conciencia Primordial y las Conciencias de los Espíritus Santos y Mesías, consubstanciales con la Conciencia Primordial.

Podemos conocer al «Yo» Superior y fluir en Él únicamente habiendo llegado a ser similares a Él por el nivel de sutileza y desarrollo intelectual, ético y energético.

«Iluminación» significa la transformación de una conciencia en la Luz Divina, puesto que las Conciencias Divinas son percibidas de hecho como la más sutil y más tierna Luz Viviente.

El Camino del yoga en general, incluyendo su más alta etapa llamada buddhi yoga, es el desarrollo desde el estado del «yo» inferior hasta el estado del «Yo» Superior.

El término buddhi se utiliza para denominar tal conciencia desarrollada. Así, al principio era jiva: una pequeña alma encarnada, colocada en el cuerpo y fijada a este cuerpo por algún tiempo. En lugar de ello, cada uno de nosotros debe transformarse a sí mismo en buddhi, una conciencia que crece fuera de su cuerpo material en las dimensiones espaciales sutiles. Y luego, con la ayuda de los métodos del buddhi yoga, se puede cultivar el estado del «Yo» Superior, a Quien también se le llama Atman. Más adelante, Atman debería fusionarse con Paramatman (es decir, la Conciencia Primordial, el Creador). Para esto, existen también los métodos apropiados.

Debemos dirigir el proceso de nuestro crecimiento según tres parámetros. El primero es la refinación. El segundo es el tamaño. Y el tercero es la comprensión del Camino y de mi propio lugar en él, incluyendo la etapa en la que me encuentro en este momento.

Adicionalmente, las Conciencias individuales grandes y desarrolladas hasta el nivel de sutileza Divino deben aprender a unirse con las Conciencias de las dimensiones espaciales Divinas Supremas afluyendo a Ellas.

De esta manera es como el mandamiento principal del Nuevo Testamento, el mandamiento que nos dio Jesús el Cristo, es realizado: «Sean perfectos, así como su Padre Celestial es perfecto!» (Mateo 05:48). Eso significa que debemos llegar a ser idénticos —por la calidad de las almas— al Creador. ¡Sí! ¡Jesús, literalmente, nos ofreció ser idénticos a Dios Padre! Y es totalmente factible hacerlo —bajo la guía de los Maestros Divinos— para el alma que ya estaba preparada.

Así y todo, es preciso que recordemos que el proceso de autoperfeccionamiento no comienza a partir del crecimiento de la conciencia, sino desde la purificación ética.

* * *

La psicología es la ciencia acerca del alma. Por consiguiente, la principal tarea de la psicología debería ser el arte del desarrollo de un alma. Y esto es lo que estamos haciendo ahora. ¡Este debería ser el conocimiento básico de la psicología!

Por otra parte, está claro que la psicología no puede ser materialista, atea. No es posible por su propia definición.

... Verdaderamente, en este maravilloso sitio de poder, un lugar de trabajo del Divino Sarkar, podemos limpiar chakras, meridianos, cuerpos y «capullos» y hacerlos transparentes.

Juan Matus habló de «quemar las emanaciones dentro de los capullos». «Quemar» implica el uso del fuego. Y aquí, en este sitio, hacer esto es lo óptimo, uniéndonos con Sarkar y usando Su Fuego Divino.

Y ¡que nada permanezca en nuestros cuerpos, excepto el Fuego Divino! ¡Nuestro objetivo final es hacer nuestros cuerpos completamente Divinos! Como resultado, deberíamos dominar la capacidad para desmaterializar nuestros cuerpos y luego materializarlos donde sea necesario.

Uno de nuestros Maestros Divinos nos dijo que Él considera la desmaterialización de un cuerpo como el más alto logro de una persona. Y conocemos los ejemplos de tales logros.

* * *

Existe algo semejante a un vector de la escala de la multidimensionalidad. ¿Dónde puede uno encontrarlo?

Va así, a través del anahata expandido.

En aquel extremo de ese vector es posible encontrar la creciente densidad de lo negro; vamos a sentir allí la frontera con el infierno. (¡Pero no entren ahí! ¡Se tornarán muy sucios! No obstante, ¡resulta muy útil conocer la frontera de esta dimensión espacial oscura!)

Si pasáis, siguiendo este vector, a su extremo opuesto, podréis encontrar vuestro Atman.

… Nuestros cuerpos en su totalidad existen en una sola dimensión espacial —estrato de prakriti (o de la materia)—. Pero el término organismo no es idéntico al término cuerpo. Nuestros organismos son estructuras multidimensionales, es decir: están presentes en varias dimensiones espaciales de manera simultánea. Pese a ello, una persona «ordinaria» vive sólo en una dimensión espacial; ella no ocupa otras dimensiones espaciales consigo misma como conciencia, de modo que esos estratos o dimensiones espaciales existen sólo como su potencial.

También deberíamos tener en cuenta que nuestros organismos multidimensionales son mucho más grandes, en su volumen, que nuestros cuerpos materiales. Esos organismos son de diferentes tamaños según las diferentes personas e incluyen, entre otras estructuras, los «reservorios» con la energía Atmica llamada Kundalini; de esto ya hemos hablado antes.

Cada persona tiene una oportunidad de mudarse —pasiva o activamente— con la mayor parte de sí misma como conciencia a las dimensiones espaciales del paraíso o del infierno. Depende del estado de conciencia al que nosotros mismos nos hemos acostumbrado durante la vida en nuestros cuerpos: a lo sutil, a lo tierno y al amor solícito, o a los estados groseros tales como la irritación, el odio y demás.

Los métodos del buddhi yoga nos permiten aprender a entrar, a permanecer y a actuar de manera activa y eficaz en las dimensiones espaciales del Espíritu Santo y de la Conciencia Primordial.

En el libro Ecopsicología hemos publicado el esquema para el estudio de la estructura del Absoluto. Ilustra exactamente aquello de lo que estoy hablando: la estructura del organismo humano multidimensional, en cada parte de la cual uno puede aprender a entrar y permanecer.

Hay dos términos vinculados: microcosmos y macrocosmos. El primero apunta al conglomerado multidimensional de un organismo humano; lo que estamos examinando ahora mismo. Es como un modelo en miniatura del multidimensional macrocosmos-Absoluto. Después de haber dominado el microcosmos, podemos encontrar fácilmente nuestro lugar en la correspondiente parte del Absoluto.

Por la forma en que vivimos sobre la Tierra nosotros, de hecho, escogemos en qué dimensión espacial viviremos tras abandonar nuestros cuerpos materiales: en el infierno, en el paraíso, en la Morada del Creador, etc.

Podemos encontrar un vector de la escala de la multidimensionalidad en el interior del microcosmos. Este vector cruza las dimensiones espaciales en las que ya hemos aprendido a vivir y también las dimensiones espaciales inexploradas.

Voy a repetir una vez más el mismo concepto: cada uno de nosotros es como un edificio de siete pisos, pero multidimensional. Esos «pisos» son los estratos multidimensionales. Cada uno de nosotros es el «Absoluto en miniatura» dentro del omniabarcante Absoluto. Y nosotros, después de habernos desarrollado a nosotros mismos, podemos movernos a voluntad de un «piso» a otro, quedarnos durante mucho tiempo en algunos de ellos, y crecer allí. De esta manera es como vamos a seguir existiendo en esas dimensiones espaciales tras la separación de nuestros cuerpos.

Está claro que para nosotros tiene todo el sentido explorar nuestro propio edificio «de siete pisos», poniendo especial énfasis en los «pisos» que están «habitados» por la Conciencia Divina.

Adicionalmente, es útil saber que desde los estratos groseros de la multidimensionalidad no es posible ver lo que está sucediendo en los estratos más sutiles. Por el contrario, desde los estratos sutiles podemos ver fácilmente los estratos más densos y todo lo que ocurre en ellos. Así es como el Creador y los Espíritus Santos ven y mantienen bajo su control todo cuanto sucede en los estratos más densos del Absoluto. Ellos lo ven y pueden controlar los eventos que están teniendo lugar allí si quieren. Cada alma es vista por Dios sin ninguna limitación; no es posible ocultarse de Él en parte alguna. Y cada Uno de los Espíritus Santos tiene un infinito número de Brazos, con los cuales Él o Ella puede fácilmente supervisar a todas las criaturas menos desarrolladas.

Así es como los Maestros Divinos unen en diferentes situaciones a aquellas almas que han de influir los unos en el desarrollo de los otros. Así es, entre otras maneras, como las personas justas se encuentran con los villanos, los Santos con los pecadores, un futuro cónyuge con otro, las personas con los animales, etc.

Entre otras cosas, los Espíritus Santos controlan el proceso de encarnación de las almas en esos cuerpos que serán los más adecuados para su posterior evolución.

* * *

Adquiriendo maestría en todo esto aquí y ahora, en este sitio de poder, podemos con bastante facilidad aprender a extender nuestros brazos de amor a cualquier distancia desde los corazones espirituales; mantener en la palma de nuestras manos a diferentes seres encarnados y saturar sus cuerpos con el poder del Amor.

En el hinduismo existe una imagen de culto de Shiva con muchos brazos. Esta imagen muestra la realidad acerca de la que estoy hablando. Sin embargo, ¡ahora nosotros ya podemos crear incluso un mayor número de nuestros brazos de Amor!

Así es como los Espíritus Santos actúan.

El mismo método de trabajo con los brazos del corazón espiritual desarrollado nos permite ingresar fácilmente en la Morada del Creador. Para ello, debemos mover hacia Ella tanto los brazos de la conciencia, como a continuación el corazón espiritual, del cual se compone el alma, que se moverá con facilidad hasta el espacio que he abarcado entre esos brazos…

A través del mismo mecanismo llenamos con nosotros mismos cada cosa impregnada con nuestros brazos. De esta manera comenzamos la transformación de nosotros mismos en el Absoluto… Advirtamos cómo los innumerables Brazos del Creador, el Unido Nosotros, impregnan la totalidad de la Creación…

… Así pues, ahora sabemos cómo hacer realidad nuestra consubstancialidad con la Conciencia Primordial y con la totalidad del Absoluto. Fue fácil experimentarlo en este sitio de poder, si bien ahora tenemos que dominar este estado en la vida cotidiana, en otros lugares también.

Nuestra tarea principal aquí era averiguar cómo puede hacerse. De hecho, no importa cuántas veces alguien diga: «¡Conviértete en la Conciencia Primordial!», «¡Sé el Absoluto»; esto nada ayuda si uno no sabe cómo. Ahora les he explicado a grandes rasgos cómo es posible lograr esto.

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